Formación y desarrollo en la era de la inteligencia artificial: Una nueva frontera

La llegada de la inteligencia artificial a las empresas es imparable, especialmente desde la llegada de los modelos de inteligencia artificial generativa, que hacen que esta tecnología llegue mucho más rápido a todas las áreas. Además, esta aceleración provoca un importante impacto en las áreas de formación y desarrollo que tienen que prepararse para hacer frente a este reto. Unos datos que refuerzan estas ideas los vemos en los resultados de la edición de 2023 del Future of Jobs Report que publica recurrentemente el World Economic Forum (WEF). En el informe de este año, vemos dos gráficos relacionados con este tema a los que debemos prestarles especial atención. 

Primero, encontramos el gráfico que representa las habilidades clave en las que las empresas planean enfocar sus esfuerzos de reskilling entre 2023 y 2027, vemos que las tres primeras que destacan más del 40% de las empresas son: el pensamiento analítico, el pensamiento creativo y la Inteligencia Artificial (IA) y Big Data. El WEF define estas habilidades en su taxonomía de la siguiente manera:

Pensamiento analítico: Capacidad para descomponer conceptos e ideas complejas en principios básicos o fundamentales. Incluye el pensamiento crítico, mediante el cual se emiten juicios analizando e interpretando hechos e información.

Pensamiento Creativo: Capacidad de dar existencia a una nueva idea o concepto a través de la imaginación y de imaginar algo que no existe.

Inteligencia Artificial y Big Data: Construir y desarrollar máquinas capaces de pensar de forma autónoma y realizar tareas que imitan la inteligencia humana.

No me sorprendió que estas tres habilidades fueran las primeras, sin embargo, me hizo reflexionar sobre cómo probablemente estamos entrando en una era cognitiva donde utilizar el pensamiento (analítico y creativo) para aportar valor será cada vez más crítico, y en la que la capacidad para utilizar la inteligencia artificial marcará la diferencia tanto a nivel individual como organizacional.

Segundo, el informe también revela las estrategias que las organizaciones aplicarán en la gestión de personas para los próximos años. En la que destacan dos en particular: Invertir en aprendizaje y formación en el puesto de trabajo (81,2%) y acelerar la automatización de procesos (80%). Estos datos me hacen pensar que las organizaciones son conscientes de dos problemas que se encontrarán en los próximos años, en primer lugar, la dificultad para incrementar sus plantillas y en segundo lugar, la escasez de talento, lo que podría explicar porque se focalizan en estas dos estrategias. Otra de las lecturas posibles de estos datos es que son un reflejo de la aceleración tecnológica que anticipan muchas compañías.

Con este escenario de futuro, en el que las capacidades cognitivas y el uso de la inteligencia artificial irá en aumento, me sigue llamando la atención la enorme polémica que se ha generado sobre el uso de ChatGPT en las universidades e institutos. Aunque lo puedo llegar a entender porque hace que sistemas de evaluación bastante comunes como los ensayos o ejercicios de reflexión se puedan hacer a un nivel suficiente sin mucho esfuerzo, lo que pone en evidencia es que probablemente esté llegando un momento en el que el conocimiento adquirido se tenga que evaluar de otra manera. En definitiva, no podemos pretender que no se utilice una tecnología que tenemos disponible, lo que tendremos que hacer es aprender a utilizarla de la mejor manera posible.

Un excelente ejemplo de cómo la inteligencia artificial generativa puede mejorar el aprendizaje lo he visto en la reciente charla TED de Sal Khan, fundador de Khan Academy. Khan ofreció una visión optimista sobre la integración de la inteligencia artificial en la educación, explicando cómo esta tecnología puede mejorar exponencialmente y a gran escala el rendimiento de los estudiantes. En su charla, describió cómo han implementado en Khan Academy un chatbot basado en GPT-4, llamado Khanmigo, que funciona como un tutor virtual para una gran variedad de materias y ayuda a los estudiantes a aprender mejor a partir de una experiencia personalizada que les puede ayudar en cualquier momento. Además, también lo quieren aplicar a los profesores, liberándolos de tareas administrativas, recomendándoles como enseñar mejor y permitiéndoles pasar más tiempo con los estudiantes.

Este ejemplo me parece una posible dirección correcta, nos enseña cómo estas herramientas nos pueden ayudar a aprender mejor más rápido, y si conseguimos hacerlo así, puede llevar a una mejora colectiva significativa y acelerar los procesos de reskilling a los que se enfrentan las personas de muchas compañías.

¿Y qué pasa con la formación y el desarrollo en las empresas?

Antes de la llegada de los modelos de inteligencia artificial generativa, muchas de las empresas tecnológicamente más avanzadas estaban implementando las Learning Experience Platforms (LXP). Estas plataformas digitales, centradas en la experiencia de los empleados, les ofrecen contenido según sus preferencias e intereses mediante algoritmos que aprenden de su comportamiento. 

Ahora la inteligencia artificial generativa seguirá acelerando la digitalización de esta área. Empezamos a ver soluciones emergentes que nos dan pistas del potencial transformador que puede tener esta nueva tecnología. Algunos ejemplos los encontramos en LearningStudioAI, que genera píldoras formativas a partir de una breve descripción de texto; 360learning que ha integrado la inteligencia artificial para generar contenido; o Synthesia que permite generar videos formativos con avatares a partir de texto. Axonify ofrece una solución interesante, con un asistente personal y generación de contenido para aprender en el flujo de trabajo. Además, empresas como Glean están empezando a abordar uno de los grandes problemas históricos de las organizaciones: la gestión del conocimiento, mientras que Zavvy se presenta como el asistente integral para las áreas de formación.

Por supuesto, no podemos olvidar a ChatGPT. Aunque no es una herramienta específica para la formación y desarrollo, puede ser de gran ayuda para todas las tareas asociadas a la generación de contenido, la evaluación de conocimientos o como asistente del área de formación, si somos capaces de hacer buenos “prompts” y de entender cómo funciona esta herramienta. Incluso podemos ir un poco más lejos e integrar la API de GPT-4 o PaLM-2, entrenada con el conocimiento relevante para nuestra empresa, y crear asistentes propios que tengan el conocimiento específico que interese a la organización. 

Estos son solo algunos ejemplos de compañías y posibles aplicaciones que están empezando a utilizar esta tecnología, pero que probablemente pronto todos las utilizaremos para mejorar nuestro trabajo. En definitiva, la inteligencia artificial generativa puede suponer un cambio sustancial en las áreas de formación y desarrollo, mejorando muchos aspectos que han sido un reto para la digitalización de estas áreas. Debemos entender que esta nueva tecnología puede facilitar la generación de contenido formativo, permitiendo que cualquier persona lo pueda generar con poco esfuerzo y de manera muy rápida. Puede mejorar la experiencia de aprendizaje llegando a niveles muy altos de personalización, puede mejorar sustancialmente la gestión del conocimiento y puede ofrecer la disponibilidad continua de un tutor o asistente que se puede integrar en el flujo de trabajo de cada empleado. Por el potencial que tiene, nadie debería estar mirando hacia otro lado.

Hazte preguntas y explora

Parece que estamos entrando en una nueva era cognitiva en el mundo empresarial en la que tener capacidades de pensamiento, tanto analíticas como creativas, será crucial para aprovechar el potencial que los modelos de inteligencia artificial pueden aportar. Lo que permitirá desarrollar un trabajo de mayor calidad, sobre todo entre los trabajadores del conocimiento, que podrán realizar un mejor trabajo más rápido. Una evolución que probablemente acelerará la automatización, y como consecuencia de ello, también el reskilling. 

Ahora, me surgen varias preguntas que cualquier área de formación o desarrollo se debería estar haciendo, ¿Cómo podemos desarrollar el pensamiento analítico? ¿Cómo podemos desarrollar el pensamiento creativo? ¿Cómo podemos enseñar a utilizar la inteligencia artificial generativa? ¿Cómo podemos aprovechar esta tecnología? ¿Servirá para acelerar el reskilling? ¿Qué tareas automatizará? ¿Cómo cambiará el trabajo y para que tendremos que preparar a los trabajadores? ¿Cómo podemos anticiparnos? ¿Qué puedo empezar a utilizar ya?

Aunque todavía hay mucho que preguntar, aprender y explorar, creo que estamos en un momento en el que tenemos que empezar a pensar cómo vamos a hacer las cosas dentro de unos años. Probablemente, muchas cosas cambiarán muy rápido y las áreas de formación y desarrollo deberán de ser de las primeras que deben estar preparadas porque, como hemos visto, de ellas dependerá poner al servicio de los empleados los recursos necesarios para que las personas puedan ser capaces de aprender a la velocidad del cambio y evitar que nadie se quede atrás. 

Referencias:

VVAA (2023) The Future of Jobs Report. World Economic Forum.

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Karsten Winegeart bajo licencia Unsplash