¿ChatGPT nos ayuda a aprender?

Desde su aparición, ChatGPT ha captado la atención de los estudiantes porque rápidamente reconocieron las oportunidades que esta herramienta les ofrecía. Durante los dos últimos años he mantenido muchas conversaciones con clientes o colegas, padres y madres de estudiantes, que me trasladaban cuánto les impresionaba lo que sus hijos adolescentes o veinteañeros lograban con esta tecnología. Sin embargo, la pregunta que siempre surgía era: ¿utilizar ChatGPT será bueno o malo para su aprendizaje?

Mi respuesta habitual era que, como con cualquier nueva tecnología, no podemos limitar su uso porque con toda probabilidad en el futuro necesitarán saber utilizarla en sus trabajos. Aprender a utilizar una tecnología emergente, en principio, siempre parece beneficioso.

Pero, con el tiempo, me di cuenta de que esta respuesta no era suficiente. ChatGPT no es como una calculadora o una máquina de escribir que simplemente transforman o automatizan procesos. Es una tecnología que genera respuestas sin intervención humana, y, como sabemos, tiene “fronteras irregulares” que hacen que sus respuestas no siempre sean correctas, aunque sean tremendamente convincentes. Esto me llevó a reflexionar cada vez más sobre los beneficios y riesgos de utilizar esta tecnología en distintas etapas del aprendizaje y, sobre todo, sobre el impacto que podría tener en el aprendizaje profesional a largo plazo cuando se empiece a utilizar de forma más generalizada.

Un estudio revelador

A medida que aumentaba mi experiencia con estos modelos amplios de lenguaje y surgían estudios que mostraban su potencial y sus limitaciones, mi reflexiones sobre esta cuestión comenzaron a cambiar. Hace unas semanas, se publicó un estudio que me ayudó a superar estas primeras intuiciones y ofreció evidencias del impacto que esta tecnología puede tener en el aprendizaje humano. Al leerlo, conecté con todas esas conversaciones que había tenido con padres y madres preocupados por el uso de ChatGPT por parte de sus hijos. Ahora, puedo responderles no solo con más criterio, sino con evidencias. Porque, como el propio título del artículo del estudio indica: “La IA Generativa puede perjudicar al aprendizaje”.

A continuación, destacaré los puntos más importantes del estudio:

Primero, es un trabajo realizado por investigadores de la Universidad de Pennsylvania que utilizaron un método de ensayo controlado aleatorizado (RCT) para evaluar el impacto del uso de la inteligencia artificial en el aprendizaje. Este tipo de experimento permite llegar a conclusiones fiables sobre el impacto o la falta de impacto de un tratamiento, en este caso, el uso de distintas versiones de ChatGPT en el proceso de aprendizaje.

Segundo, en este experimento se probaron dos tratamientos con dos versiones diferentes de ChatGPT. En una, llamada “GPT Base”, los estudiantes tenían acceso a ChatGPT con un prompt que indicaba a GPT-4 que debía actuar como tutor y ayudar al estudiante a resolver el problema. La otra, llamada «GPT Tutor», incluía una o más soluciones al problema, así como contenido proporcionado por los profesores sobre errores comunes de los estudiantes y cómo proporcionar retroalimentación, e instruía a GPT-4 a proporcionar pistas al estudiante sin darle directamente la respuesta.

Tercero, todos los alumnos pasaron por las mismas fases de aprendizaje y evaluación. Para empezar, recibieron una lección con un profesor que explicaba el contenido de la materia. Después, practicaron ejercicios sobre ese contenido; aquí es donde había un grupo que no utilizaba ChatGPT, otro que utilizaba “GPT Base” y otro que utilizaba “GPT Tutor”. Finalmente, todos fueron sometidos a una evaluación para conocer los resultados del aprendizaje.

Además, los resultados del experimento son muy interesantes porque demuestran que, cuando se utilizan herramientas como ChatGPT para realizar determinadas tareas, en este caso ejercicios de matemáticas, los resultados de las personas que la utilizan son mucho mejores que los de aquellas que no la utilizan. Específicamente, los estudiantes que utilizaban GPT Base y GPT Tutor aumentaron su rendimiento en las sesiones de práctica asistida en un 48% y un 127%, respectivamente en comparación con el grupo de control.

Sin embargo, hubo un hallazgo que me parece más interesante: cuando se utilizaba el “GPT Base”, los alumnos tendían a querer obtener el resultado rápidamente, mientras que los otros dos grupos se enfocaban más en aprender durante el proceso. Esto se evidenció en el rendimiento de la última prueba de evaluación en la que ninguno de los participantes tenían acceso a la herramienta, donde los miembros del grupo que había utilizado “GPT Base” obtuvieron un rendimiento un 17% inferior a los otros dos grupos, que obtuvieron resultados muy similares.

Con esta nueva información, ahora puedo decir a los padres y madres preocupados por el uso de ChatGPT por parte de sus hijos que lo importante no es si lo utilizan o no, sino cómo lo están utilizando. Si los estudiantes emplean ChatGPT solo para obtener resultados directos, es probable que tengan problemas a largo plazo porque no estarán realmente aprendiendo; simplemente entregan el resultado generado por la máquina. Sin embargo, si usan esta tecnología para aprender durante el proceso, solicitar retroalimentación, contrastar la información y realmente integrar el conocimiento, entonces están haciendo un uso eficaz de la herramienta que les permitirá aprender y ser mucho más productivos.

Uno de los mayores retos para la gestión de personas

Este estudio aunque parezca sencillo y que no aporta un gran cambio más allá de la evidencia de que esta herramienta tiene un impacto negativo o positivo en el aprendizaje en función de cómo se utilice, me ha hecho reflexionar sobre cinco de los desafíos que nos podemos encontrar en los próximos años en las empresas con el uso masivo de herramientas que permitan utilizar modelos amplios de lenguaje como ChatGPT, Claude, Llama o Gemini.

En primer lugar, con el uso de estas herramientas podemos tener personas con rendimientos aceptables pero que no aprenden. Existe el peligro de crear una generación de «incompetentes confiados» que obtienen resultados pero que carecen de habilidades profundas y necesarias para resolver problemas complejos sin ayuda de la tecnología.

En segundo lugar, se puede ampliar más la brecha en el rendimiento. El estudio muestra un diferencial de más del doble en el rendimiento cuando se utilizan estas tecnologías correctamente. Esto podría ampliar la brecha entre aquellos que saben sacar el máximo provecho de estas herramientas y aquellos que las utilizan mal o no las utilizan en absoluto.

En tercer lugar, se puede crear una discriminación contra quienes no utilizan este tipo de tecnologías. Puede parecer que estas personas tienen peores rendimientos. Sin embargo, con la ayuda adecuada, pueden desarrollar un criterio sólido y transformarse en individuos con un rendimiento significativamente mejor porque probablemente lo que les limita no es su capacidad.

En cuarto lugar, se hace más evidente la importancia de la revisión y el criterio para obtener resultados correctos. No basta con que las personas utilicen herramientas avanzadas como ChatGPT, es imprescindible que revisen el resultado que les dan estas herramientas y tener criterio para evaluar las respuestas generadas para verificar que son correctas.

En quinto lugar está el que creo puede ser el desafío más importante: el riesgo de deterioro de habilidades esenciales. El uso de ChatGPT puede deteriorar nuestra capacidad para aprender algunas habilidades necesarias para resolver tareas específicas, dándonos la sensación de que sabemos hacerlas aunque en realidad no sepamos. Con el incremento del uso de esta tecnología podemos ver como, poco a poco vamos delegando más tareas a la inteligencia artificial y las capacidades humanas que utilizábamos para realizarlas se van deteriorando por lo que podemos llegar a un momento que no seamos capaces hacer nada sin esta tecnología, con las consecuencias que esto puede tener para una empresa.  

Analizar, pensar y actuar

Cada vez tengo más claro que el futuro del trabajo estará inevitablemente ligado a la inteligencia artificial. Tener evidencias y criterio será cada vez más crítico para las personas que tomen decisiones relacionadas con la adopción de esta tecnología y su impacto en la gestión de personas, ya que las consecuencias de un mal uso pueden ser profundas y duraderas, aunque no sean evidentes a corto plazo.

Debemos cuestionarnos con una mirada ética y crítica el despliegue que se hace de esta tecnología en las organizaciones. La manera en que acompañemos el aprendizaje y su uso será clave a largo plazo porque de ello dependerá la competitividad de las compañías y la empleabilidad de las personas.  

Estamos en un momento en el que es fundamental actuar con visión y responsabilidad, para que la inteligencia artificial no se convierta solamente en una herramienta que mejore la eficiencia, sino que promueva el desarrollo humano.

¿Cómo lo haremos?

Referencias

Bastani, H., Bastani, O., Sungu, A., Ge, H., Kabakcı, Ö., & Mariman, R. (2024). Generative AI Can Harm Learning. Available at SSRN 4895486.

Foto de Gayatri Malhotra en Unsplash